DISFRUTANDO CON LA ENSEÑANZA, A PESAR DE TODO

Ahora que me quedan dos meses para jubilarme definitivamente de la enseñanza, puedo hacer un balance positivo y gratificante sobre la docencia: "He disfrutado dando clases".
Claro que ha sido un trabajo difícil, estresante, mal pagado y peor considerado. Peleando con grupos demasiado grandes de adolescentes "descerebrados" (algunos), imponiendo orden, guardando, intentando motivar y ,solo al final, enseñando algunas cosas de filosofía, historia...
Encima la sociedad pretende y exige que se eduque a los alumnos en valores éticos, sociales, democráticos...y ¿qué más? . Son vuestros hijos, señoras y señores. Y sólo tenéis uno o dos. Nosotros, los profes, 30 en cada hora y 5 horas diarias. No somos superhombres ni supermujeres, ni podemos hacer lo que algunos padres no hacen en casa.
Para enseñar y educar hace falta, entre otras cosas: respeto, honestidad, ejemplaridad, sinceridad, conocimientos y autoridad. Y todo esto tiene que venir de casa, ya aprendido, y ser posteriormente reforzado, después de pasar por las clases. Si no es así y os juro que en algunos casos no lo es, los profes no podemos hacer nada de nada.
Pues bien, a pesar de algunas de estas cosas, la enseñanza es gratificante. Observar en el día a día cómo crece la inteligencia de los chavales es un espectáculo fascinante. Ver cómo van madurando, aprendiendo a respetarse y a respetar a los demás. Palpar su interés por la cultura, sus deseos de conocer el mundo y sus problemas. Asistir a sus debates históricos, filosóficos, sociales y éticos.. llenos de energía y pasión producen efectos muy gratificantes además de rejuvenecedores y  contagiosos.Y no me invento ni idealizo nada. Ha sido así y es así.
Y digo que es así ahora, porque sigo dando clases como voluntario en una ONG, en Goiztiri. No a adolescentes "descerebrados" (algunos), sino a personas adultas, algunos inmigrantes y otros que abandonaron los estudios demasiado pronto.Mari Sol, Iñaki, Mari Carmen, Matías, Iñaki, Nuria, Ïñigo, Marifé y algún otro son mis nuevos alumnos, que a pesar de sus "problemillas" tienen unas enormes ganas de aprender.  Repasamos matemáticas, historia, lengua, geografía y arte, pero sobre todo hacemos comentarios de textos. !Es una gozada! !Todos quieren participar, opinar, discutir! El interés por aprender, el respeto, la comprensión y la empatía entre todos ellos y conmigo son muy distintas de las de aquellos adolescentes.¿Por que? Porque estos nuevos alumnos adultos están marcados por la vida, y sus opiniones y valoraciónes son muy ricas y enriquecedoras.
En resumen: Es una gozada seguir dando clases con alumnos interesados e interesantes.